Hemos querido aprovechar que el amor está en pleno apogeo en el Mundo de los Doce con San Valentón y que la temporada 3 de la serie WAKFU estará próximamente disponible en Netflix mundial, para pedirle a ToT que nos hable sobre sentimientos, sobre todo, los que unen a Yugo y Amalia. ¡Y hay que decir que no se ha hecho de rogar!
Hola ToT, en primer lugar gracias por concedernos una entrevista cargada de amor, ¡porque ese es precisamente el tema principal de esta entrevista! Con motivo de San Valentón y de la próxima salida de la temporada 3 de WAKFU en Netflix mundial, hemos pensado que estría bien hablar sobre la complicada relación entre Yugo y Amalia. ¿Nos puedes recordar de dónde viene esta intriga amorosa?
ToT: Lo interesante de Yugo y Amalia es que se conocieron en la preadolescencia. En ese momento, se trata más de descubrimiento que de amor con «A» mayúscula. Los hemos visto crecer hasta esta temporada 3 en la que tienen alrededor de 20 años. ¡Y la cosa se ha puesto seria! Sabemos que se quieren, pero hay un problema de tamaño: Para Yugo el tiempo no pasa de la misma manera que para el resto de los mortales, envejece más lentamente, por eso mantiene su apariencia de preadolescente. Amalia, sin embargo, tiene un cuerpo de mujer y con él, todas las preguntas típicas. O más bien las respuestas, de hecho, ya que está dispuesta a pasar a la siguiente etapa, al contrario de Yugo. Es un amor casi imposible.
¿Qué es lo que más te gusta de esta relación? ¿El hecho de que sea «casi» imposible?
ToT: En efecto, esa es una de las cosas que más me gustan de esos dos. El hecho de que la conclusión sea incierta. Esta marcará, sin duda, el fin de la serie y, además, la determinará en gran parte, tanto de manera positiva como negativa. Me gusta esta relación agridulce. Es completamente diferente a la de Tristepin y Evangelyne que es, digamos, ¡más rica!
El mayor obstáculo en esta historia es el hecho de que Yugo crezca en desfase con respecto al resto. ¿Nos puedes hablar de ello?
ToT: En ese sentido, Yugo es como un vampiro. Y no, ¡no me refiero a que Yugo tenga un lado gótico! Lo que quiero decir es que el vampiro es esa criatura inmortal que se enamora de una humana que, en principio, solo vivirá unos años con respecto a él. Esa frontera y ese deseo de ir más allá es lo que convierte al vampiro en un personaje romántico por excelencia. De la misma manera, Yugo va a vivir mucho tiempo, ha vivido y vivirá varias vidas. Sin embargo, Amalia con respecto a él no es más que una florecilla efímera. Toda la belleza de esta relación lo que hace que Yugo sea un personaje romántico.
Personalmente, al principio, veía un poco de similitud con Padmé y Anakin en la precuela de Star Wars: la diferencia de edad, las responsabilidades de una princesa... ¿Se trata de una de tus inspiraciones?
ToT: No... A decir verdad, yo no soy muy fan de Star Wars. No he seguido más allá de la trilogía original. Me siento más influenciado por el jinete que realiza múltiples pruebas de valor y fidelidad a su princesa. Es como el gusano que se enamora de una estrella; él no es nada comparado con ella. Yugo era el hijo del posadero, mientras que Amalia siempre tuvo una vida de castillo. Salvo que, en mitad de la historia, hay un cambio radical y las relaciones se invierten. En realidad, resulta que Yugo es el rey de su pueblo y, además, es... ¡inmortal!
¿Te ha gustado? Si es así, ¡puedes seguir leyendo esta entrevista a finales de mes en Gamakna #6!