¿Te gustaría saberlo todo sobre el Mundo de los Doce pero te falta tiempo y no te da la vida? (O confiésalo, eres demasiado perezoso(a) para abrir una enciclopedia... Sí, sí...) Para la primera utilización en público de su horno mikrosmondas, Melón Mask ha querido abordar el tema candente de los fab'huritus. ¡DING! ¡Ah! ¡Ya está listo!
Paz y felicidad, joven aventurero… o aventurera, no lo tengo claro.
Soy Melón Mask, druida hipermago con aprobado raspado.
Eso quiere decir que estuve a ESTO de ser superinteligente.
Pero mis mentores decidieron que no. Y desde entonces fabrico mis propios inventos personales sin mucho potencial, a mi aire, ¡sin pedirle nada a nadie!
El último ultimísimo: ¡el forno mikrosmondas!
Un horno que cuando metes cosas dentro, bueno… (misterioso) ¡puedes ver tu propia muerte! (silencio)
Nah, es broma.
Es un aparato que analiza la esencia sistémica del sujeto para retranscribir su origen, su composición, y extraer su meollo sustancial con un vocabulario ostensiblemente pulido.
Trae, pásame eso… (abre la puerta del horno mikrosmondas)
Crees que es un simple anillo, ¿eh? (lo posa en el horno)
Pues no, ¡es un fab'huritu, amigo mío! (cierra la puerta)
Ah… ¡¿Ya lo sabías?!…
Bueno, aún así voy a explicarte qué es un fab'huritu, ¡por si las moscas!
(Bip bip del mikrosmondas)
¡Solo tengo que meterlo 30 segundos en el mikrosmondas e interpretar los datos en directo!
(Lánguidamente) *Que se caldee el espectáculo*
(¡Pi! Ruido del horno que empieza a girar.)
Los fab'huritus son demonios originarios de Fab'hugruta.
No te confundas, no es una cagarruta, es una dimensión que huele mucho peor.
Crímenes, torturas, talleres de macramé, ¡esa gente no tiene piedad!
El jefe, el padrino, el Don Vitto Calorone de la Fab'hugruta es Rushu.
Tiene cuernos, tiene pezuñas, ya te lo imaginas: no está para amenizarte la velada con una serenata de Felín Vión.
Más bien es de los que quiere invadir el Mundo de los Doce de estranjis a la primera oportunidad.
Así que elige a los peores reclutas de entre su caterva de malignos, sus demonios favoritos.
(Divertido) ¿Lo pillas? ¡Los fab'huritus son los demonios favoritos de Rushu! ¡Así de fácil!
Y en el año 24, ¡pataplás!
Sí, «pataplás».
Había dos niños, Karibd y Silar, que estaban furiosos después de la muerte de sus padres, un poco como al principio de todas las historias de Will Dasney.
¿Lo conoces? ¡Will Dasney! El viejo mendigo de la plaza de Bonta. El de la diadema y orejas da raratón.
Karibd y Silar encontraron un viejo libro escrito en una lengua extraña.
Debieron de leer algunos pasajes en voz alta en una cabaña al fondo del bosque, porque abrieron un portal de teletransportación a la Fab'hugruta, ¡directamente al baño de Rushu!
Así que Rushu salió de la bañera y bramó:
(Voz gutural) «¿¿SE PUEDE SABER QUÉ ES LO QUE…??»
Pero se calmó de golpe al comprender que por fin podía cumplir su sueño de infancia: ¡dar un golpe de Estado!
Se puso un albornoz y envió a mil fab'huritus a la Tierra… pero ¿qué digo? ¡Al Mundo de los Doce!
¡Para ellos fue como un viaje de «spring brak» en toda regla! ¡Bailando en bikini en las playas de Brakmar, y olé!
Pero de pronto llegó un yopuka con su pedazo de espada: Gúltar. Y gritó:
(Voz gutural) «¿¿SE PUEDE SABER QUÉ ES LO QUE…??»
Pero se calmó de golpe al ver a todos aquellos demonios en bikini. (Graznido de cuervo)
Fue ponerse y… ¡PIM! ¡PAM! ¡PUM!
Los reventó.
No sabemos qué fue de los dos gamberrillos huérfanos del principio, pero el portal se volvió a cerrar y muchísimos fab'huritus se quedaron en el Mundo de los Doce, encerrados dentro de objetos, para calmarlos un poco y tal.
Los más poderosos tienen el poder de corromper a los doceros, un poco como el partido político nacional de Brakmar.
Para vigilarlos, se dispuso que los guardaran unos… guardianes.
Pero los propios guardianes, aunque supuestamente son duros de roer, a veces también se ven corrompidos por su fab'huritu, y el demonio toma posesión del cuerpo y la mente del tipo o la tipa en cuestión.
Cuando pasa eso, no es un espectáculo agradable…
Babean, gruñen, chorrean de sudor…
Parece que estás viendo un espectáculo de Guy Bar, el extabernero que dejó la guarida de los puerkazos para lanzarse al humor sucio.
Por suerte, siempre hay algún aventurero por ahí que acaba por resolver la situación…
(¡Ding!)
¿Y bien? ¿A que es eficaz mi mikrosmondas?
¿Qué estás haciendo…?
¡¡¡No pongas tu dedazo pulgar azul encima!!! ¡¡¡Lo vas ensuciar!!!
Venga, ¡largo! Ya volverás cuando tengas más preguntas…
¿Cómo que no habías preguntado nada?…
Puedes encontrar la versión sonora de esta historia en francés aquí: